domingo, 2 de octubre de 2011

las mil grullas o el elogio de la paciencia

Arbitrario: no es 1º de mes, ni es lunes, ni es año nuevo. Ni siquiera es mi cumpleaños ( fue hace unos días). Es un domingo de inicios de octubre. Y aunque esto comienza hoy, como todo blog, viene cocinándose desde hace tiempo. El nombre sí es nuevo. Apareció esta semana, cuando aprendí ( leyendo un blog, claro) el significado que tiene el poder hacer 1000 grullas de papel, siguiendo la técnica del origami. Circula por ahí, que el poder llegar a ese número de pequeñas aves de papel, es una manera de templar un aspecto de la personalidad que particularmente mucho no me atrae, y que en estos tiempos de speed furioso, parece pasado de moda. Me refiero a la paciencia.
Pero la paciencia conquistada a través de las 1000 grullas, también supone otra virtud: la constancia. No morir en el intento. No empezar y abandonar. Proponérselo y llevarlo a cabo. Para mí, la constancia siempre fue una montaña que había que escalar. No me siento identificada con el arte de la constancia. Ni para las dietas, ni para el deporte... Soy hija del rigor, y para lo único que desarrollé disciplina y hábito fue para estudiar y trabajar. En todo lo demás me defino como random...
Por eso este blog se llama así. Si logro escribir con constancia, si tengo paciencia y no me desanimo. Si todos los días construyo una grulla con palabras, con un post, con algo que en medio de este océano, represente una gota útil para mí y para los demás, entonces, habré superado la prueba. Por eso, acá comienza. Esta es la primera grulla. A volar. Bienvenidos al viaje!!!!!

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